
Natalia define su participación en el programa como "muy positiva", y eso que al principio no quería concursar. "Fue a raíz de mi amistad con Aitor, que concursó en la primera entrega, y de mi madre. Ambos estaban aliados y cuando no me daba la tabarra uno, me la daba otro. Al final les dije que si por agotamiento".
Su inscripción fue un éxito rotundo: "Recibí más de un millar de cartas de pretendientes. Fue toda una sorpresa. Yo, que siempre he sido una mujer muy reservada y tímida, de repente me sentí atractiva", cuenta Natalia. "Fue una gran alegría".
"Llegaban y se presentaban en la puerta con flores, o diciendo que me habían visto en televisión. Muchos llegaban al pueblo donde vivo, preguntaban por 'Natalia, la quesera', y la gente les decía donde vivía. Fue muy sorprendente".
"Sin embargo, hubo un tío que se puso muy pesado y estuvo siguiendome una temporada", narra, más seria, Natalia.
"Al final tuve que ir a comisaria, denunciarle y ponerle una orden de alejamiento", cuenta Natalia. "Menos mal que la historia se quedó ahí".
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