Entrevista a David Janer de 'Águila Roja'

¿Ya te gustaban los héroes de niño?
¡Sí!, devoraba los cómics de Spiderman, Conan, Los Cuatro Fantásticos… y crecí con Indiana Jones y La guerra de las galaxias. ¿Los espadachines? Eso fue de más mayor. Me interesaron al empezar con las artes marciales.

¿Por qué la catana, para liberar agresividad?
Eso dicen, ¿no? A mí siempre me ha gustado el manejo de las armas y estoy en contacto con ellas desde que practico este tipo de disciplinas deportivas. Yo evito la agresividad excesiva; el mundo ya va mal como para cargárselo aún más.

¿Eres consciente de que Águila Roja gusta a los niños y, sobre todo, a las ‘niñas’?
Su público es amplio pero a las adolescentes les gustan más otras series.

Hace unos meses era El Duque y ahora eres tú el fenómeno televisivo del momento.
¡Qué va! Yo no soy un fenómeno de la dimensión de El Duque, no nos podemos comparar. A mí se me acercan tanto las jovencitas como señoras de 50 años.

Pues en internet no tienes rival…
No me importa. Sé que hay gente que se hace pasar por mí en el Facebook, pero no me involucro, bastantes preocupaciones tengo.

¿Te intimida que en la serie exploten tanto tu culo, con perdón?
No me gusta, no estoy conforme con esas escenas e intento que saquen las menos posibles.

En la red, precisamente, gustan esas secuencias.
¡Bah! Si alguien pierde el tiempo en recrearse en ellas, pues que las disfrute.

Es que no pasas desapercibido para las mujeres, insisto…
Será que te mueves entre mujeres.
Soy tímido y bastante solitario e intento no frecuentar fiestas o entregas de premios.

Y no eres un actor al uso. Te hiciste programador informático, luego estudiastes Arte Dramático y cursas Filosofía. ¿Encuentras tu camino?
Lo que no he encontrado es el final, pero voy andando, que es como se hace camino. Lo que hay en la meta no lo sé, si la interpretación u otra cosa. La crisis está en todas partes y esta profesión es bastante inestable.

¡Vaya esfuerzo el del estudiante!
Me gusta. Tengo claro lo que no me interesa y me he quitado de en medio lo que no me aportaba nada, como la informática, no era lo mío. Y después mis padres me animaron a hacer teatro para vencer la timidez. Ahora me cuesta más levantarme a las 06.30 para grabar que para estudiar, que me relaja y me llena.

O sea, que eres bastante equilibrado…
Lo intento. En este mundo, si no tienes los pies en el suelo, mal andas.

Te cuidas física e intelectualmente, no fumas, no bebes… ¿Algún pecadillo?
Soy un buen bebedor de vino, eso sí, siempre con moderación.

¿Tienes alguna otra afición?
La lectura: Unamuno, Sartre, y Hemingway. Acabo de leer sus cuentos…